A partir de los 12 meses el niño muestra afecto, comienza a mostrarse amoroso.
Besos y abrazos no se hacen esperar a medida que explora las sensaciones agradables que trae consigo el contacto físico.
Son varias las fases emocionales que el niño va a pasar a lo largo de un mismo día «Emociones a flor de piel».
A esta edad el pequeño necesita que atendamos a sus necesidades emocionales dedicándole tiempo al contacto físico: Abrazarlo, tocarlo y besarlo.
A partir de los 18 meses comienza una etapa emocional de difícil manejo, ya que se enfrentan sus necesidades de dependencia con su deseo de independencia y autonomía.
Es en este momento donde el niño conoce el sentimiento de frustración generando un conflicto en sus actitudes.
De la risa al llanto, a la rabieta y vuelta a la risa, los pequeños exploradores viven cada una de sus emociones como si fuese la única y ese es su camino para conocerlas mejor.
Ellos las exploran y nosotros les guiamos.
Estimulación sensorial, la experimentación y manipulación de objetos.
Coordinación de estrategias entre padres y educadores.
Desarrollo autónomo y la comunicación entre iguales.
Espacios para el aseo, la alimentación, el juego y el descanso.
Respeto por los ritmos biológicos de cada niño.